El San Fernando CD volvió a ganar. Y lo hizo a más de 300 kilómetros de La Isla, pero con un amplio número de seguidores azulinos desplazados al Estadio Romano de Mérida que completaron el autobús fletado por el Club para sus abonados.
Poco importó el frío (a la conclusión del encuentro el termómetro registraba cuatro grados) para que el centenar de isleños se dejaran la garganta y las palmas empujando a su equipo hacia una victoria que, cuando se confirmó, desató la alegría en ese sector del estadio.
Y es que la parada de Jose Perales a Bonaque en el lanzamiento de penalti en el descuento provocó una reacción eufórica por parte de todos los integrantes del Club, que no dudaron en festejarlo a pie de campo con su hinchada.
Sin ir más lejos, al término del encuentro, todos los miembros de la plantilla sintieron de primera mano el calor de su afición. También el presidente Louis Kinziger agradeció efusivamente el ánimo de los desplazados durante el partido en una comunión que a buen seguro tendrá continuidad este domingo a las 16:00 h. ante el RC Deportivo en el Estadio Iberoamericano.
