El centrocampista Dani Molina (Huelva, 1996) celebró el pasado sábado en Córdoba su partido número 50 como jugador del San Fernando CD. El ‘6’ del conjunto azulino cumplió medio centenar de partidos justo el día que volvía de una lesión que le ha alejado de los terrenos de juego durante dos meses y ya se encuentra a pleno rendimiento para ayudar al equipo cañaílla en la recta final de competición.
Molina, que llegó a La Isla en el verano de 2022 procedente de la UD Sanse, fue un jugador muy utilizado en el esquema cañaílla. Disputó 30 partidos, 28 de ellos como titular, y anotó un gol en el Municipal de La Línea, en un triunfo clave para lograr la permanencia.
Esta temporada participó en todos los partidos hasta la jornada 18, fecha en la que una dolencia le apartó de los terrenos de juego tras jugar la última media hora en Ceuta.
El pasado sábado, Molina reapareció en el Nuevo Arcángel tras dos meses de trabajo de recuperación a destajo: “Alcanzar esta cifra en el San Fernando es un orgullo. Estoy muy agradecido porque, desde que llegué tanto la afición como mis compañeros y los técnicos me han tratado con cariño y respeto. Ahora, por suerte, vuelvo a estar a tope para seguir sumando partidos”.
Han sido semanas complicadas para un jugador “acostumbrado a vivir los partidos desde dentro”. “No soy un futbolista que haya tenido excesivas molestias, por eso lo he pasado mal viendo a mis compañeros sufrir en este último bache de resultados. Por eso tengo muchas ganas de terminar este tramo fuerte para lograr la salvación”, explica.
Por último, se queda con dos momentos en su estancia en La Isla: la salvación en Linares y la remontada contra el Real Madrid Castilla. “Celebrar la salvación fue una liberación muy grande, pero tampoco me quiero olvidar de la épica remontada aquí contra el Castilla. Creo que esa fue la llave que nos permitió unirnos aún más a nuestra gente para lograr el objetivo el curso pasado y que nos enseña el camino para repetirlo esta temporada”.
